Kratom en América Latina
Así como en casi todo el mundo, el kratom permanece como una planta desconocida entre la población de América Latina. Pocos son los que ya han escuchado algo sobre la Mitragyna speciosa, y menos aún los que ya han tenido algún contacto. La venta del kratom en el subcontinente es ínfima, pero no inexistente. Algunos vendedores ofrecen sus productos online, y como la planta no es prohibida en la aplastante mayoría de esos países, la tendencia es que poco a poco se haga conocida ya que se ha vuelto bastante popular en Estados Unidos y que en Europa también hayan comenzado a descubrir sus propiedades benéficas.
Empecemos por la excepción: Argentina es el único país latinoamericano que decidió ilegalizar el kratom, en 2017, aparentemente sin ningún estudio científico o datos basados en la realidad. ¿Quizás influenciada por la legislación de algún país europeo, como Italia que lo prohibió en 2016 sin divulgar mayores detalles sobre supuestas intoxicaciones? No se sabe. Lo único que tenemos cierto es que el gobierno de Mauricio Macri decidió ilegalizar el kratom así, sin más, y alzar a su país como pionero en lo que no debería ser.
En Brasil el kratom está nominalmente catalogado como Nueva Sustancia Psicoactiva (NPS, su acrónimo en inglés), aunque sigue siendo legal hasta su inclusión entre las sustancias prohibidas. Sin embargo, Brasil es un país bastante proteccionista en lo que respecta a las importaciones, creando varios controles y barreras para productos extranjeros como el kratom, del que no tenemos ninguna información sobre producción local. Además, el actual gobierno brasileño es excesivamente conservador y se pueden esperar contratiempos en diferentes áreas y temas.
«Esperemos que venza el sentido común en la batalla por la legalidad del kratom en Europa y Estados Unidos, pues América Latina históricamente suele inspirarse en las leyes del norte del planeta para definir las propias.»
En todos los otros países latinoamericanos, el kratom no es mencionado en ninguna esfera legislativa, e inclusive hay muchas tiendas en línea, principalmente en México. En Colombia también hay algunas tiendas que venden la Mitragyna speciosa por internet, así como en Perú y Chile.
En cuanto a la producción, el kratom requiere mucha agua y calor; condiciones encontradas solamente en zonas de clima ecuatorial o tropical, lo que significa que América Latina tiene áreas bastante prometedoras para su plantío desde la llanura amazónica de Perú hasta las selvas húmedas del norte de Centroamérica, en amplias regiones con abundante lluvia y sol durante todo el año.
No obstante el kratom actualmente sea legal en todo el subcontinente latinoamericano – excepto Argentina -, recomendamos que si viajas con la planta en polvo estés siempre bien informado/a sobre cualquier cambio de su estatus en el país donde estás o visitarás. Más allá, esperemos que venza el sentido común en la batalla por la legalidad del kratom en Europa y Estados Unidos, pues América Latina históricamente suele inspirarse en las leyes del norte del planeta para definir las propias.
¿Cuál es la situación del kratom en América Latina?