Leyes y kratom: los casos de Reino Unido e Italia
Hoy presentamos aquí dos casos concretos de prohibición del kratom en Europa para contextualizar su ilegalidad y ambigüedades en la legislación de dos de los países más poblados del continente: Italia y Reino Unido.
El caso italiano es más directo y concreto: el kratom es ilegal desde agosto de 2016, estando incluido en la tabla I de estupefacientes y psicotrópicos (lo que conlleva sanciones mayores), junto con opioides como la heroína y la metadona, debido a una intoxicación aguda en junio de 2015, de la que no hay ni noticias concretas, ni informes médicos, ni pruebas toxicológicas y tampoco cualquier información complementaria.
Hay discusiones en foros online italianos que proponen exigir esta información al gobierno para que se haga pública como prueba de que el kratom sí ha pasado a ser ilegal en el país según su ley teniendo en cuenta el análisis de casos concretos, ya que la gente cree que, como en otros países, en realidad se ha ilegalizado debido a la información sesgada difundida por diversos actores interesados en su prohibición, como la industria de los opioides y los grupos anticiencia que actúan a través de algunos medios de comunicación y canales gubernamentales.
«Honestidad, diálogo y ciencia son las palabras clave para hablar del kratom».
Por otro lado, el Reino Unido cuenta con una ley genérica respecto a todo lo relacionado con las sustancias controladas, lo que lleva a diferentes interpretaciones a la hora de considerar el kratom como parte de sus políticas o no: la Ley de Sustancias Psicoactivas de 2016 las define como «cualquier sustancia que (a) sea capaz de producir un efecto psicoactivo en una persona que la consuma, y (b) no sea una sustancia exenta».
No se menciona ninguna sustancia específica, sino sus efectos generales, por lo que suponemos que el kratom forma parte de lo que allí se considera. La producción, venta, importación y exportación están prohibidas. Como el kratom está incluido como una sustancia vegetal psicoactiva controlada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), definido como una Nueva Sustancia Psicoactiva (NPS), tiene sentido creer que estas políticas se le aplicarían también.
Sin embargo, la ley genérica del Reino Unido relativa a las sustancias psicoactivas también ofrece una interpretación ambigua en ciertos casos, ya que el kratom también es utilizado por muchos no para el consumo humano, no destinado como alimento o suplemento, especialmente cuando su uso final es como incienso y/o producto veterinario, por lo que queda la duda sobre cuál es el alcance de la ley. Estas zonas grises siempre abren posibilidades de interpretaciones.
En conclusión, hay un largo camino para discutir los beneficios y posibles efectos secundarios de la Mitragyna speciosa, y el único enfoque honesto para seguir adelante con eso es permitir que la ciencia discuta y proporcione información, como en un par de estudios académicos que han demostrado que el kratom tiene usos beneficiosos para tratar el dolor y la ansiedad en los seres humanos, y no permitir la interferencia de algunos medios de comunicación regulares no científicos que responden a los intereses económicos de las empresas dispuestas a prohibir el kratom por su propio bien. Honestidad y ciencia son las palabras clave.
Los italianos merecen tener acceso a datos concretos sobre la prohibición del kratom.