Cómo el mundo occidental trata el kratom
No es ningún secreto que hay mucha desinformación sobre el kratom en todo el mundo. A pesar de que hasta ahora no hay evidencias que demuestren que alguna muerte haya sido causada exclusivamente por sus componentes, una parte importante de los medios de comunicación tiene un enfoque sensacionalista e irresponsable al mencionar el kratom, desde considerarlo como una sustancia peligrosa y adictiva, hasta relacionar muertes de personas con la planta, aun sabiendo que se encontraron diferentes tipos de drogas en sus cuerpos.
Los principales medios de comunicación británicos son un digno ejemplo de la difusión de noticias falsas sobre el kratom, ya que algunos de sus principales periódicos y canales de noticias, como la BBC, el Daily Mail y el Metro, difundieron que 91 personas fueron «asesinadas» por el kratom, cuando en realidad, si echamos un vistazo honesto a la encuesta (realizada por los CDC – Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de los Estados Unidos) que les llevó a promocionar estas noticias, en realidad se dice claramente que 84 de los que sufrieron sobredosis tenían fentanilo y/o heroína en su cuerpo, y los otros 7 tienen resultados no concluyentes, con los CDC aclarando explícitamente que «no se puede descartar la presencia de sustancias adicionales».
La situación legal del kratom varía mucho alrededor del mundo, teniendo su estatus como legal, controlado, ilegal o no regulado dependiendo del país. Es importante recordar que el kratom está incluido como una sustancia vegetal psicoactiva controlada, definida como una de las Nuevas Sustancias Psicoactivas (NPS, en inglés) por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés), cuyos acuerdos son firmados y adoptados por la mayoría de sus miembros, influyendo en restricciones directas o indirectas sin mayores evidencias científicas a través de políticas y leyes promovidas por países como Portugal, Argentina, Reino Unido, Corea del Sur, Israel o Italia.
«Cuando hay algún ruido sobre algo nuevo que ocurre en los Estados Unidos, muchos otros países tienen sus políticas influenciadas por las decisiones tomadas en el país norteamericano, independientemente de si son razonables o no, como el enfoque prohibitivo del cannabis durante el siglo XX.»
Complementando la razón por la que el kratom ha ido adquiriendo mala reputación en muchos lugares, es razonable mencionar que Estados Unidos ha sido visto como una de las principales fuentes y ejemplos para las políticas antidrogas en todo el mundo debido a su influencia económica y política a lo largo de los siglos XX y XXI. Por lo tanto, cuando hay algún ruido sobre algo nuevo que sucede allí, muchos otros países tienen sus políticas influenciadas por las decisiones tomadas en los EEUU, independientemente de si son razonables o no, como el enfoque prohibitivo del cannabis durante el siglo XX.
La influencia de los EEUU en estas cuestiones sigue siendo notable en todo el mundo, especialmente cuando acercamos la mirada con relación a los usos médicos del cannabis y su legalización: muchos países siguen el flujo de las decisiones estadounidenses. En lo que respecta al kratom, como se ha hecho tan popular allí, si el resto del mundo necesita ejemplos, noticias y cualquier cosa relacionada con las políticas a favor o en contra, sin duda prestarán atención a lo que ocurre en Estados Unidos.
En cuanto a la Unión Europea, hay que tener en cuenta que las políticas de drogas varían en función de las legislaciones nacionales de los Estados miembros, aunque existe una estrategia común propuesta por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), donde el kratom se menciona específicamente entre los perfiles de drogas: «ni la Mitragyna speciosa ni la mitraginina u otros alcaloides de la planta figuran en ninguna de las Listas de las Convenciones de las Naciones Unidas sobre las drogas. La Mitragyna speciosa y/o la mitraginina y/o la 7-hidroximitraginina están actualmente (septiembre de 2011) controladas en varios Estados miembros de la UE como Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Suecia».
Esperamos que la ciencia gane esta batalla contra la propaganda sesgada que demoniza el kratom. Será una larga lucha, ya que hay actores poderosos – como la industria de los opioides – que defienden sus intereses billonarios. Está muy claro que el bienestar de las personas no es su prioridad, de lo contrario la cantidad de estudios científicos que se están realizando para entender por qué tantas personas han sido ayudadas a recuperar al menos un poco de su vida normal gracias al kratom sería fomentada por quienes financian los estudios científicos en las universidades más renombradas del planeta.
La civilización occidental acaba de empezar a conocer el kratom.